
Se hipotetiza que se elevará el grado de motivación e participación de los trabajadores, al vincular sus propios objetivos con los de la organización. Esta metodología práctica potencia la calidad, se hace por el lograr. El número de objetivos nucleares por persona/puesto, no tendría que superar los 6. Cada jefe de sección se reúne con cada trabajador a su cargo, y fijan conjuntamente los objetivos a alcanzar durante, por ejemplo, un año. Realizan una entrevista de planificación donde se concretan objetivos y cómo lograrlos. Se realizan entrevistas de seguimiento para observar si se consiguen objetivos pactados intermedios y ver si surgen desviaciones y si se puede solucionar el problema detectado. Se realiza una entrevista de evaluación, dónde se ve el porcentaje de cada objetivos conseguido, por ejemplo, el 90%. Esto puede tener implicaciones a nivel de retribución variable.