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Valores en la intervención psicológica

Psicólogos Barcelona
Los valores se pueden definir como “horizontes de referencia que orientan nuestra vida hacia un determinado sentido” Torralba (2001). Se pueden comunicar a través de palabras, silencios y acciones (Batet y Torralba, 2011).

A lo largo del proceso de intervención psicológica serán necesarios ciertos valores en el profesional, así como favorecer o hacer emerger otros de cara al proceso de desarrollo personal del paciente, cliente o consultante.

Por ejemplo, la importancia de la alteridad, los demás, la influencia que tienen otros en el desarrollo del sujeto. El valor de la confianza, la discreción, el respeto, la sensibilidad, la escucha, la concentración, la comprensión, el tacto, la prudencia, la cortesía, el compromiso, la elegancia, tener presente la unicidad de la persona (que a la vez contiene convergencias con otras) y escuchar la memoria pasada de ésta y sus circunstancias para que se pueda expresar de un modo beneficioso y desde la sinceridad.

La benevolencia hacia la persona con la cual se trabaja, buscando generar resiliencia, responsabilidad de la parte que de sí dependa, humildad, esperanza, perseverancia, flexibilidad, tenacidad, coraje, así como la elaboración de lo verbalizado tanto desde la racionalidad como desde la parte emotiva. Ésta, en el asesoramiento psicológico es más importante que en otros, ya que es una fuerza motivadora para el cambio, y en el polo negativo, las emociones intensas negativas son núcleo importante de la intervención y aportan, almenos para el profesional, una fuente de estudio y de interés para revertir. En psicología puede ser tan necesaria la razón como el sentimiento y los significados.

El diálogo con espíritu de servicio o disponibilidad, buscando el profesional la competencia, la seriedad, el entusiasmo, la laboriosidad, la coherencia, la propia humildad del profesional, el rigor usando las técnicas adecuadas, la honestidad y, en ocasiones, la creatividad o incluso el humor.

Además de éstos, hay otros valores, más concretos o verdaderamente sentidos o expresados directamente, que la persona atendida consideraría los más relevantes en las distintas ÁREAS VITALES: laboral, familiar, formación, amistad, ocio y tiempo libre, comunidad, etc (Páez-Blarrina et. al, 2006) y que se concretarían operativamente. Serían valores expresados en las sesiones y que serían motivadores y catalizadores de cambios, junto a la alianza terapéutica y los métodos de ciencia psicológica empleados.

Trabajando la resiliencia de manera indirecta en la relación terapéutica o de consultoría psicológica

La superación de adversidades, el crecimiento ante circunstancias adversas, resurgir ante el dolor, sobreponerse constructivamente, la entereza y el salir reforzado de los factores de riesgo que precipitaron en el pasado o el presente y ante las situaciones difíciles: es parte de procesos resilientes. La resiliencia está citada en el preámbulo de la Declaración europea de salud mental de Helsinki (OMS, 2005).

Dentro de un proceso de aprendizaje hacia la resiliencia se encuentran las estrategias de afrontamiento resiliente, el trabajo de la autoeficacia/autoestima, poder tener una red de relaciones interpersonales y de apoyo social favorable, la integración de la experiencia pasada en la vida presente o el empoderamiento del paciente, cliente o consultante hacia sus objetivos y horizontes de valor. Son aspectos sobre los que se incide de manera indirecta en la relación terapéutica o de consultoría psicológica.

Psicólogos BarcelonaLa relación terapéutica es un contexto idóneo en qué, mediante lenguaje, se puede dar paulatinamente ese proceso de superación. La relación psicólogo-paciente, cliente o consultante es un yo experiencial y en primera persona que comunica y otro yo experiencial que escucha activamente, empatiza y devuelve o transfiere al tú, en la propia relación: un reflejo de lo que del sufrimiento capta, un modo de reencaminar la situación, un análisis funcional de la interacción persona-entorno. Además, hay una observación del profesional complementaria más objetiva, tan útil como la evocada subjetivamente por la persona y como la que surge en la propia interacción o enacción relacional (Araya-Véliz et al., 2017).

La relación humana, conversando con el/la psicólogo/a, acaba siendo una tecnología humanista avanzada que, debidamente aplicada, sea indistinguible de la magia y producirse una experiencia de crecimiento que puede ser un sinónimo de avance cualitativo y cuantitativo hacia una personalidad superadora de adversidades. El desarrollo de procesos resilientes y lidiar adecuadamente con las emociones está relacionado con satisfacción con la vida (Limonero et al., 2012).

Enlaces relacionados: -La psicoterapia es una ciencia humana
-Múltiples aplicaciones de las nuevas terapias psicológicas
-De la desregulación emocional a la libertad emocional

Inside out y un análisis funcional de las emociones. ¿Cómo manejar las emociones?

Las emociones se establecen en relación con el mundo y pueden ser punto medio, junto al contenido verbal asociado, hacia determinadas consecuencias.

Situación afuera →  Emoción adentro  Consecuencia afuera

La película Inside out (Pixar, 2015) trata 5 emociones: miedo, tristeza, alegría, ira (se pondrá enfado en su lugar) y asco.

En el miedo se orienta la atención hacia lo que se teme y prepara para ciertos comportamientos acordes, de algún modo más o menos adaptativo, a la situación. En la ansiedad, en cambio, el temor no estaría del todo definido, hay unas claves premonitorias, pero no está siendo percibido en el momento presente. Pueden tener una función: en el miedo adaptativo como respuesta de emergencia y en la ansiedad para pej energizar para hacer algo que pueda ser beneficioso  o como expectación hacia algo que se quiere.

Tristeza puede deberse a impotencia, a diversas condiciones, etc. Puede haber situaciones en las que la alegría no sea conveniente y orienta a la persona a pej, pedir ayuda, sobretodo en la depresión. También permite (si se junta con la empatía) conectar con la tristeza de otros, como sucede en la película.

La alegría tiene que ver con algo apetecible que se posee o con la esperanza en que sucederá algo positivo, que puede ser más definido o no tanto (como en la ansiedad).

El enfado puede preparar a la persona para defenderse de una molestia o una injusticia, haciendo responsable a alguien pudiendo tener consecuencias bidireccionales; o sin ir dirigido a una persona en concreto. Puede ser también no tan adaptativo, en su máximo ser ira, rabia o furia. Y, por último, puede venir de la frustración.

El asco serviría de protección ante estímulos que no se quieren ingerir, recuerdos negativos del pasado de algo que fue negativo, o con expectativas de que lo será, y no se quiere ingerir o acercar a sus sentidos o su historia personal.

Tal y como muestra la película, destacamos la función de la tristeza para activar desde dentro de los pasillos de la memoria a largo plazo “recuerdos esenciales” que ahora teñidos de tristeza pueden más que la tristeza inicial por el cambio de residencia que hizo a la protagonista enfadarse y tomar determinado acto resultante.

Para conocer y manejar las emociones que lleven a consecuencias indeseables está la psicoeducación y la terapia psicológica.

Sobre El año del pensamiento mágico. Aflicción y duelo complicado

"La vida cambia rápido.
La vida cambia en un instante. 
Te sientas a cenar, y la vida que entonces conoces se acaba" Joan Didion


Análisis técnico fenomenológico de El año del pensamiento mágico (Joan Didion, 2006)

En esta obra de no-ficción se observan fenómenos del duelo complicado en la escritora-protagonista por la muerte de su marido, acrecentados o aplazados porqué su hija está envuelta en un proceso hospitalario grave.

Por ejemplo, se observa la negación de la pérdida y seguir teniendo la idea de que la persona fallecida volvería (de que era algo reversible) y aislarse para que éste pudiera volver. Un hecho muy remarcable es el pensamiento mágico de que no iba a dar los zapatos del fallecido a la beneficencia por si regresaba y necesitaba zapatos. Todos los rituales típicos que se hacen a un fallecido en realidad los realiza como un trato para que la liturgia se lo devolviera. Así, que volviera era su objetivo y el resto, estrategias de pensamiento mágico. El personal sanitario y de servicios sociales creen que es una persona muy entera, pero en realidad sucede que no tiene la realidad de la muerte todavía asimilada por el shock inicial.

Se observa una elevada búsqueda de bibliografía sobre duelo y aflicción, tanto literatura como libro técnicos, incluyendo estudios científicos de The Lancet o el British Medical Journal.

duelo psicologia
Además, se reprocha no haber sido capaz de hacer algo al respecto, no haber dedicado más tiempo al fallecido en sus peticiones en los últimos días y también aparece un pensamiento reprobatorio hacia lo que el fallecido no pudo llevar a cabo.

En un momento comenta que habla con el fallecido para que le diga qué debe hacer en el caso de la hospitalización de la hija; sin ser un fenómeno alucinatorio, más bien por desesperación.

Otro hecho relacionado es que al año recibe la autopsia solicitada, mucho más tarde de lo esperado porqué al dar la dirección da la que vivieron hace 40 años (cinco meses tras contraer matrimonio) no la de la actual residencia.

Narra que al ir a Boston evita ciertos lugares por contener potenciales recuerdos, ahora aversivos, sobre el fallecido.

Por último, reseña que se encuentra sin objetivos cotidianos y que ha ido resiguiendo y rememorando el calendario del año anterior y siente temor a que tome distancia el recuerdo del difunto; con lo cual mantiene el duelo complicado al final de la obra.

Enlace relacionado: Terapia en duelo complicado

El cerebro y la libertad en contexto

La libertad se conforma a partir de conocimientos preexistentes y decisiones entre alternativas.

En la base cerebral estarían los cógnitos (Fuster, 2003, 2009), que serían las unidades básicas de conocimiento y memoria formadas por redes neuronales entrelazadas.

El neurocientífico Joaquín M. Fuster destaca la existencia de ciclos percepción-acción (PA) cognitivos y emocionales (con influencias informativas del propio medio interno) en interacción con el entorno o en la cultura, que se puede volver circunstancia o cultura interiorizada (Ortega y Gasset, 1961). Los ciclos PA tendrían como objetivo una recompensa tanto secundaria como más importante. Esta consideración de aspectos culturales y psicológicos lo aleja del cerebrocentrismo (Pérez-Álvarez, 2011). Entre las partes cerebrales citadas se destacan a corte de ejemplo: las estructuras límbicas, la corteza prefrontal, la corteza posterior, etc.


Las raíces de la libertad estarían en la reciprocidad continua del ciclo PA, en su variabilidad y multideterminación que anula el determinismo al no ser totalmente medible finalmente.

Una vez pasados períodos críticos de adquisición de recursos (ej: lenguaje) gracias a la memoria filética, la plasticidad sináptica y las influencias del entorno; se produce la libertad de la persona o al menos la de la corteza cerebral, que es la que señala Fuster (2014). Elementos de libertad son la memoria de trabajo, la planificación-organización temporal, la creatividad o “furia creadora” (Marina, 1993), la memoria prospectiva-prevención, la recursividad lingüística (Chomsky, 1957, 2007) y poder decir cosas nuevas o de diversas maneras, la demora de la recompensa o el razonamiento deliberado.

La libertad puede verse afectada por diversas patologías de causa orgánica o por problemas con correlación biológica, no causa.

Luego, existe un carácter limitado de las opciones del cuerpo y el cerebro, per sé. Por último, modulando la expresión de la libertad está la legislación, la responsabilidad o el contexto físico y social-educativo-cultural-económico. En relación a la responsabilidad destacar a Frankl (1946) sugiriendo que se sitúe la Estatua de la Responsabilidad junto a la de la Libertad, destacando la importancia de ésta en el ejercicio del libre albedrío.

#NoSinEvidencia. Sobre las prácticas basadas en el método científico

La medicina basada en la evidencia es uno de los pilares de la medicina moderna. Apoyamos los tratamientos biomédicos basados en evidencia científica

La salud no es un juego. La psicología busca  adoptar los métodos de la medicina y de la ciencia en general. 

La terapia o la rehabilitación psicológica tiene un trabajo de estudio detrás que la homeopatía u otras terapias alternativas no tienen, más allá de encontrarse en competencia en el mercado, pero sin aportar rigurosidad alguna y de muy dudosa credibilidad.

10 frases seleccionadas de científicos y pensadores

Frases seleccionadas de libros del psicólogo Ramón Bayés, entre ellos Una introducción al método científico en psicología (Bayés, 1974).

1. "Los que sufren no son los cuerpos; son las personas" Eric Cassell

2. "El comportamiento humano es mucho más complejo que cualquier virus" Jonathan Mann

3. "Cuando te encuentres con algo interesante, desecha todo lo demás y estúdialo" B.F. Skinner

4. "Toda la ciencia positiva moderna se ha edificado sobre el análisis y siempre, sin excepción, ha empezado por él" Iván P. Pavlov

5. "Soy de los que piensan que la ciencia tiene una gran belleza. Un sabio en su laboratorio no es solamente un teórico. Es también un niño colocado ante los fenómenos naturales que le impresionan como un cuento de hadas" María Curie

6. "Todo conocimiento humano es incierto, inexacto y parcial" Bertrand Russell

7. "El sentido de la vida es la pregunta más apremiante" Albert Camus

8. "¡Qué difícil es eso, la psicología es mucho más difícil que la física!" Albert Einstein

9. "En el campo de la observación, el azar sólo favorece a la mente preparada" Louis Pasteur

10. "Todas las personas mayores antes han sido niños" Antoine de Saint-Exupéry 

Voluntad de sentido

Viktor Frankl fué un neurólogo y psiquiatra con amplios conocimientos de psicología y doctor en filosofía. Tal y como narra en su obra más conocida, una persona puede siempre tener una actitud ante su situación aún en las más difíciles circunstancias. Esa libertad interior no se la pueden arrebatar, entre el estímulo y la respuesta.

A pesar de esa sincronización de hechos adversos, Frankl logró sobrellevarlo y desafiarlo. Cuenta que tenía un manuscrito con anotaciones teóricas y reflexiones y eso le daba sentido para continuar a pesar de haber perdido a sus familiares. Visto desde la actualidad, pues mejor que no vuelva a pasar nunca. Por otro lado, constituye una literatura de gran calidad y una explicación de las vivencias excelente, independientemente de la logoterapia.


Empatía terapéutica, compasión y hospitalidad

La empatía se puede llegar a localizar en el cerebro en las denominadas neuronas espejo. La empatía terapéutica sería un paso más, sería una competencia relacional. Acción de comprender con escucha activa sentimientos, pensamientos, significados y experiencias (sin ser necesariamente verbalizados) y tenerlos presentes para completar la mejoría.

Spinoza definía la compasión como "tristeza del mal ajeno". Es un sentimiento contrario a la indiferencia o impasibilidad, o más bien a la crueldad. "En el primer paso hacia un corazón compasivo, debemos desarrollar nuestra empatía y cercanía a los demás" Dalai Lama.

Por último, la hospitalidad consistiría en crear un entorno de acogimiento en ese momento de vulnerabilidad o de relación de ayuda.

Qué es la persona

¿Qué es una persona? ¿Cómo lo definiríamos?  A continuación se formula una definición elaborada de lo planteado por parte de uno de los precursores de la psicología científica en las universidades españolas, Ramon Bayés:

“La persona no es el organismo; no es la mente; no es el cerebro, y es, a mi juicio, insatisfactorio limitarse a decir que es un producto bio-psico-social. La persona es el resultado final, siempre provisional mientras funcione su cerebro, de su historia interactiva individual elaborada en entornos físicos, culturales, sociales y afectivos específicos, a través del lenguaje y otras formas de comunicación. En síntesis: la persona es el producto singular de su biografía. La persona no tiene res extensa; sin interacciones en contextos concretos la persona como tal no existiría. El cerebro, el resto del organismo, las otras personas y el entorno son tan sólo elementos necesarios para que las interacciones puedan tener lugar; si el organismo enferma o pierde alguna función, esto repercute en la persona, al igual que los comportamientos, los pensamientos y las emociones de la persona son susceptibles de influir en el funcionamiento del organismo. Y, aunque es cierto que cuando muere el cerebro muere la persona, el cerebro no es la persona; es tan solo uno de los elementos que permite que las interacciones se realicen y, por tanto, que la persona como tal exista.

Mientras que, desde un punto de vista jurídico, debemos considerar persona a toda criatura viva nacida de madre humana, desde el punto de vista de nuestra realidad como hombres y mujeres creo que la esencia de la persona lo constituye su identidad individual, fruto de su historia, única e irrepetible, de interacciones. La persona es, por tanto, a mi juicio, una realidad esencialmente relacional. Y en este punto, considero que es necesario hacer un esfuerzo para no caer en lo que Ryle llama error categorial. El coche, el motor, la carretera, los compañeros de viaje, el paisaje, son elementos que hacen posible y enriquecen el viaje pero no son el viaje. La persona no es el cerebro; la persona no es la mente, la persona no es la conducta; la persona no es el coche, no es el motor, no es la carretera. La persona, con toda su riqueza y complejidad, es el viaje. Cuando el cerebro se apaga, el viaje acaba; por ello, el cerebro puede considerarse como el elemento más valioso. Pero no es la persona, no es el viaje. Como dice Machado: “Caminante, son tus huellas/ el camino, y nada más/ caminante, no hay camino, / se hace camino al andar”. La persona –el resultado de una historia individualizada de interacciones– se puede explorar a través de la observación, la actitud hospitalaria, la empatía, la escucha activa y el lenguaje.”

Referencias:

Cuento de Navidad


En una casa más o menos humilde de un país cualquiera vivía una familia compuesta por el matrimonio y sus dos hijos. Juan, el hijo mayor de 24 años, casi abogado y Priscila, la pequeña de apenas 4 añitos.  

Al acercarse la Navidad el padre había comprado un rollo de cinco metros de papel metalizado para poder envolver los regalos antes de ponerlos en el modesto arbolito, armado desde principios de Diciembre en la entrada de la casa.  El 23 en la noche, el hombre se decidió a empaquetar los regalos, más simbólicos que valiosos, para Nochebuena.  Qué desagradable sorpresa fue encontrar en el estante del ropero, el tubo de cartón donde venía enrollado el papel metalizado, desnudo de los cinco metros del costosísimo papel de envoltura.

El dinero era bastante escaso en la familia y posiblemente por eso, a pesar de lo avanzado de la hora, el señor explotó de furia y mandó a llamar a su familia para ver quién había utilizado el papel que él compro para los regalos.  La pequeña Priscila apareció con la cabeza gacha para decirle a su padre que ella lo había usado.

 -¿Pero no te das cuenta que ese papel es muy caro y que tu papa tuvo que trabajar varios días para comprarlo?; ¿Podrías decirme para qué tontería usaste el papel metalizado?   

 La niña salió corriendo y regresó con un paquete del tamaño de una caja de zapatos, envuelta con varias capas del costoso papel, ahora arrugado e inutilizable.

 -¿No te dijo tu madre que no debes tocar las cosas de los mayores para tus juegos? ¿Cómo se te ocurre envolver esa caja con cinco metros de papel dorado?

 -Es un regalo de Navidad, papá- dijo Priscila- para el arbolito.

 -¿Y se puede saber para quien es este regalo tan valioso como para usar todo el rollo de papel en envolverlo?

 - ¿Y para quien va a ser?, para vos, papá.

 El hombre se enterneció y abrazándola le pidió disculpas por los gritos. Como nos sucede a todos, con el regalo en las manos quiso saber qué contenía y le pidió a la pequeña permiso para abrirlo.  Poco después el hombre volvía a explotar:
 -Cuando das un regalo a alguien se supone que debe haber algo adentro. ¿Usaste ese papel para envolver una caja vacía?

 A la pequeña se le llenaron de lágrimas los ojos y dijo:
 -Es que la caja no está vacía, papá, yo soplé adentro cincuenta y ocho besos para vos.

El padre alzó a la niña y le suplicó que perdonara su ceguera y su ignorancia. Dicen que el hombre guardó para siempre la caja debajo de su cama y que siempre que se sentía derrumbado, abría la caja y tomaba de ella un beso de su hija. Esto lo ayudaba a recuperar la conciencia de lo que era importante y de lo que sólo eran tonterías. (Bucay)

Prosocialidad en atención sanitaria general

La prosocialidad sería un concepto antónimo al concepto antisocial. Puede aplicarse a las organizaciones, comunicación familiar, educación...Si lo aplicamos a temas relacionados con la sanidad o la salud mental, se trata de que el receptor se sienta satisfecho (no solo intenciones), de dar un plus de calidad al rol, de acoger cómo lo vive, de crear relaciones de confianza…

¿En los centros de atención sanitaria puede aplicarse la comunicación, las actitudes y las acciones prosociales en tan solo 8 minutos? Parece difícil, pero puede ser. Requisitos: mirada al paciente que entra, feedback de acogida de lo que ha dicho, dar participación en el tratamiento, etc.

Un profesional que se pone en el lugar del cliente, que le observa con interés, y que hace algo excepcional más allá de su deber, o rol por el que recibe un salario, está incorporando elementos de la prosocialidad. Hay descentramiento del propio espacio psíquico para entender lo que el cliente transmite y/o solucionar el motivo de consulta.

También aporta beneficios psíquicos al emisor en percepción de logro y de eficacia.

El modelo de Comunicación Prosocial de Calidad (CCP) está compuesto por 17 factores (Escotorín, 2008):

1.   Disponibilidad como receptor.
2.   Oportunidad como iniciador.
3.   Vacío de uno mismo.
4.   Vivir el presente con plenitud.
5.   Empatía, reciprocidad y unidad.
6.   Confirmación de la dignidad del otro.
7.   Valoración positiva del otro.
8.   Escucha de calidad.
9.   Emisión de calidad.
10. Aceptación de lo “negativo”.
11. Resolución de conflictos desde una perspectiva diferente.
12. Elaboración compartida de las decisiones.
13. Información suficiente, no excesiva, pertinente, relevante.
14. Apertura y revelación asertiva de las emociones positivas y negativas.
15. Verificación y control del proceso comunicativo.
16. Explicitación prosocial de las reglas estructurantes del sistema y básicas de la conversación.
17. Cultivar un objeto empático concreto.

Residencias y demencia

La demencia es un conjunto de déficits cognitivos que incluyen la memoria y almenos una de las siguientes alteraciones cognitivas: afasia, apraxia, agnosia o una alteración de capacidad de ejecución (López-Ibor, 2005).

Hay 2 demencias principales: el Alzheimer, que afecta al 60% de las demencias (Boada, 1993). El segundo tipo más frecuente es la demencia vascular (10-20% de las demencias).

La evaluación neuropsicológica y motivacional se pude realizar con tests como el MEC, el PFEIFER y el GDS de Reisberg, entre otros.

Estimulación, rehabilitación y dinamización: Según Ramón Bayés (2010), la mayoría de las personas, cuando entran en un centro residencial, por voluntad propia o bien forzadas, saben que están renunciando definitivamente a toda esperanza de cambio en sus vidas. También apunta a que se les fomente algún tipo de ilusión, que se les escuche activamente, que se les faciliten interacciones, que se busque aprender de sus experiencias, que se les proporcione afecto, que se les regale sonrisas y que se valore su vida. Partiendo de estas directrices más éticas que científicas, se comentará ahora el trabajo que se hace de rehabilitación, estimulación y dinamización.

Mercè Jórdar (2000), señala un proyecto de taller de memoria para gente mayor sin demencia que muestra una reducción de la queja de memoria. Un estudio muestra un aumento de la memoria operativa estadística y clínicamente significativa en personas con deterioro cognitivo leve después de un programa de estimulación cognitiva multifactorial (Velilla-Jiménez et al, 2010).

En demencias es muchísimo más complicada la rehabilitación. Igualmente, Jórdar et al (2005) destacan la importancia de la estimulación del lenguaje y la memoria. Al haber diversos aspectos a abordar se utiliza la estimulación integral. Se realiza un trabajo multidisciplinar con el objetivo de mejorar la calidad de vida, frenar el deterioro y conseguir estabilidad emocional. Los programas de estimulación específicos para afectados de demencia son un nuevo recurso en Catalunya hace un poco más de una década, creando los llamados Centros de día.

El entrenamiento se fundamenta en el concepto de neuroplasticidad y regeneración cerebral (Jórdar et al, 2005, García-Sánchez, 2002). La estimulación específica de las funciones cognitivas desemboca en una mejora funcional. La mejora apreciada se justifica por 2 razones: la primera, que la estimulación continuada aumenta las sinápsis, con lo cual se retrasan las nuevas manifestaciones deficitarias. La segunda es que un grupo neuronal puede suplir a otro que comparte función si se estimula constantemente.

Los objetivos: frenar el avance y potenciar la conservación funcional, estabilizar emocionalmente, crear automatismos y rutinas que reduzcan la desorientación y modificar conductas anómalas. Así, en la memoria se trata de mantener la información, sobretodo la memoria remota y su evocación, como también la memoria emocional. En el lenguaje, la estimulación se centra en la capacidad de denominación, la comprensión auditiva, la fluidez verbal y la escritura de palabras de uso familiar en escolarizados.

Por último, en cuanto a la dinamización, se pueden hacer juegos como el bingo, el dominó y otros juegos de mesa, adivinar palabras, talleres sensitivos, fiestas de cumpleaños, baile, cantar, teatro, etc.


Algunas referencias:

-Bayés, R. (2010). El psicólogo que buscaba la serenidad. Sobre la felicidad y el sufrimiento. Barcelona: Plataforma actual.
-Boada (1993). Definición, clínica y diagnóstico diferencial de la enfermedad de Alzheimer.
-García-Sánchez, C. (2002). Estimulación cognitiva en el envejecimiento y la demencia. Revista de psiquiatría de la Facultat de medicina de Barcelona. Vol. 29. Nº 6. 374-378.
-Jórdar (2000). Los talleres de entrenamiento de la memoria en personas mayores. Herramientas de trabajo social. Diputación de Barcelona.
-Jórdar et al (2005). Trastornos del lenguaje y la memoria. UOC.
-Vellida- Jiménez et al (2010). Efectos de un programa de estimulación cognitiva en memoria operativa de pacientes con deterioro cognitivo leve. Revista chilena de neuropsicología. Vol. 5. Nº 3. 185-198.

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