Orientación educativa-psicopedagogía y aprendiendo con historias
La satisfacción de entender las asignaturas y de
obtener resultados favorece que los niños quieran ir a la escuela a aprender y, por otro lado, la inteligencia se puede modelar con esfuerzo, no es fija (Willingham, 2011).
Para retener información
a largo plazo es necesario que quede un cierto tiempo en la memoria de trabajo, ésto es, prestando atención. Además, la manera en que los alumnos reflexionen de
algún modo sobre la experiencia y significado de la información llevará a que
quede el contenido más marcado a largo plazo; aspecto en el cual la facilitación de la emoción o por la
repetición también frecuentemente influyen.
La memoria de trabajo
capta conscientemente claves del entorno y le llegan informaciones de la memoria
a largo plazo. En este sentido, la cultura general adquirida y conocimientos y
habilidades anteriores serán beneficiosos para entender nuevas ideas y
enlazarlas, sin tener que prestar tanta atención a otras ya incorporadas.
Para captar la atención
y facilitar la reflexión se pueden usar, como recurso educativo, estructuras en
forma de historia con 4 componentes: Causalidad (causa-efecto), Conflicto, Complicaciones
y Character (personaje). Esta estructura es conocida por el estudiante, resulta
interesante y se pueden hacer deducciones de dificultad media. Este sistema se
puede aplicar tanto a una clase de historia (ej: Pearl Harbor y 2a guerra mundial) como de matemáticas (ej: cálculo de
probabilidades de que salga un número en un dado), en la cual el conflicto
sería el problema.
Un ejemplo:
Las historias tienen
poder y forman parte de los usos cotidianos. A la mente humana le favorecen las
historias, anécdotas, rimas, aventuras o los eventos de significado agradable o
desagradables. Las historias son algo que está en la transmisión cultural: